domingo, 7 de diciembre de 2008

Transsiberian


Dando la vuelta por el blockbuster me tope con esta película de Brad Anderson (del cual me gusto su trabajo en “El Maquinista”), y me decidí a rentarla; en esta ocasión nos presenta la historia de un viaje de una pareja típica estadounidense (el mas típico es el tipo, que es él, Woody Harrelson por cierto) que por su trabajo en una de tantas iglesias gringas (un gran negocio) que ayudan a niños en Beijín, deciden tomarse unas vacaciones de tres semanas, tomando desde China el transiberiano y llegar a Moscú.
En el transcurso del viaje nos muestran paisajes hermosísimos de esta ruta, pero también la desolación intrínseca del lugar; la pareja comparte su camarote con otra pareja, Carlos un español (Eduardo Noriega) y una joven estadounidense. La trama se desenvuelve conforme los personajes se van conociendo y se dan algunas escenas de cómo el español de hecha sus miradas (dirían de ojo alegre, las señoras de rancho) a la mujer del otro (por cierto ella es fotógrafa amateur y después la cámara tendrá peso en la historia). Al llegar a la primer parada, las dos parejas bajan a estirar piernas y recorrer un poco el lugar, donde el personaje de Woody Harrelson, obsesionado por los trenes, se queda viendo unas maquinas en la estación con Carlos (este se ve muy sospechoso en esta escena), al regresar al tren y seguir en movimiento, la esposa del personaje de Woody lo busca por todo el tren sin encontrarlo, y estando viajando con la otra pareja deciden los tres quedarse en la siguiente estación para esperarlo pensando que se retraso y llegaría en un tren posterior.
Después aparece Ben Kingsley, como un detective de narcóticos ruso, ya que el tren es usado frecuentemente para traficar drogas, que después es algo que salta a la historia.
En mi opinión, “El Maquinista” es una película superior a esta (creo que hicieron buena mancuerna entre Brad Anderson y Scott Kosar, aquí el guionista también es el mismo director con la colaboración de Will Conroy), pero aun así no me desagrado, aparte que tiene una fotografía muy buena, que es ayudada por los paisajes nevados rusos. Vale la pena verla, pero no es de lo mejor que he visto últimamente.